14 marzo 2025
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Alemania ha modificado sus reglas sobre las pruebas de COVID-19 al regresar al país: a partir del 15 de septiembre, cualquier persona que regrese a Alemania desde países que no están en la lista de “alto riesgo” del coronavirus deberá someterse a una prueba al llegar solo si presenta síntomas o se sospecha que tiene COVID-19. La razón para cambiar al modelo de pruebas dirigidas es el hecho de que los laboratorios alemanes han estado procesando alrededor de 1.1 millones de pruebas a la semana, lo que ha demostrado ser tanto demasiado exhaustivo como costoso.
Sin embargo, los viajeros que provienen de áreas que aún están en la lista de “alto riesgo” del coronavirus, independientemente de su ciudadanía, tendrán que hacerse la prueba gratuita durante otras dos semanas. Después, a principios de octubre, se espera que Alemania anule esa decisión. En ese caso, los viajeros que lleguen de dichas áreas deberán permanecer en autoaislamiento durante 14 días y luego hacerse una prueba a su propio costo, permaneciendo en autoaislamiento hasta que obtengan un resultado negativo.
Finalmente, la entrada al país desde países y áreas de “alto riesgo” sigue estando permitida solo para ciudadanos alemanes y extranjeros que vivan y trabajen en Alemania, así como personas que vengan a Alemania por negocios, como conductores de camiones y trabajadores temporales, y personas que necesiten asistir a juicios, tengan tratamientos hospitalarios programados o visiten a sus cónyuges. Las visitas turísticas están prohibidas.
Más información sobre esta nueva decisión está disponible aquí y aquí.